Probablemente todos hemos oído hablar en algún momento de la microbiota y, sin embargo, son muchas las dudas que emergen alrededor de este término tan recurrido. Pues bien, la respuesta es bastante sencilla. Compuesta principalmente por bacterias (aunque también por virus, hongos, arqueas y levaduras), la microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro colon, los cuales ejercen un rol protagónico en nuestra salud digestiva. Entre otras cosas, una de las funciones principales de nuestra microbiota es ayudarnos a absorber los nutrientes de los alimentos, así como producir vitaminas y aminoácidos indispensables para el correcto funcionamiento del organismo.
Asimismo, algunas molestias abdominales están estrechamente relacionadas con el estado de nuestro sistema digestivo. En consecuencia, cuidar la microbiota tiene un impacto directo en el resto de nuestro cuerpo.
En un encuentro orquestado por Activia en colaboración con Vogue España, la divulgadora Boticaria García, se propuso conversar con la actriz Marta Torné, y con la empresaria y creadora de contenido Paula Ordovás, acerca de la importancia y los múltiples beneficios de cuidar la microbiota intestinal, a la que la misma Boticaria García categoriza de “única; como si fuera una huella dactilar”.
En primer lugar, conservar una microbiota equilibrada es un paso clave para lograr una correcta digestión. Este conjunto de microorganismos presentes en nuestro intestino es capaz de ayudar a extraer al máximo la energía de los alimentos – sobre todo de aquellos ricos en fibra– y de producir aminoácidos y vitaminas esenciales, tales como la K, la B12 y la B9. Formada por más de 1000 especies de bacterias distintas, la microbiota facilita la absorción de minerales como el calcio, el magnesio y el hierro, y actúa de escudo protector ante las toxinas.
¿De qué depende la salud de nuestra microbiota?
Nuestra microbiota depende de nuestros genes, pero también de nuestros hábitos. Tal y como señala Boticaria García en su conversación con Paula Ordovás: “Los genes cargan la pistola y los hábitos disparan el gatillo”. Sin embargo, existe una serie de alimentos que nos pueden ayudar a regular nuestra microbiota y a cuidar de nuestra salud intestinal. Hablamos de los productos ricos en probióticos, es decir, aquellos que contienen una serie de microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias «buenas» de nuestra microbiota. Junto a mantener una dieta equilibrada y a hacer ejercicio con regularidad, el consumo de probióticos es uno de los actos que más pueden contribuir en el cuidado de nuestra microbiota.
Y, ¿en qué ámbitos afecta el estado de nuestra microbiota?
En primer lugar, el correcto mantenimiento de nuestra microbiota interfiere en gran medida en nuestra salud digestiva, ya que esta es capaz de digerir los nutrientes que nuestro cuerpo no puede por sí solo. No obstante, la salud de la microbiota obtiene un gran papel en muchos otros territorios. Por ejemplo, nuestra microbiota influye en que algunos neurotransmisores como la serotonina (conocida popularmente como “la hormona de la felicidad”) realicen su labor correctamente. Además, está comprobado que existe una relación bidireccional entre el estado de ánimo y nuestra microbiota, ya que se afectan mutuamente en su bienestar.
“Cuando pensamos en el cuidado de la piel, lo primero que se nos viene a la cabeza son los cosméticos, que son súper importantes, pero no tenemos que olvidar cuidar la microbiota”, recalca Boticaria García en su charla con la actriz Marta Torné. Y sí, una microbiota regulada es sinónimo de un cutis sano.
¿Cómo podemos mimar nuestra microbiota?
Una alimentación equilibrada es la base para obtener una microbiota sana. Sin embargo, en ocasiones, las digestiones pesadas afectan el desarrollo de nuestra vida cotidiana. El consumo regular de probióticos es una buena opción ya que estos microorganismos vivos interaccionan con los alimentos para producir sustancias beneficiosas con el fin de obtener una microbiota diversa.
Por ello, se recomienda introducir Activia en nuestra alimentación, ya que –además de estar buenísimo– es una gran opción a la hora de equilibrar la microbiota intestinal. Junto con el hecho de que contiene ingredientes de origen 100% natural y una mayor diversidad de probióticos que el yogur tradicional, Activia es el único que ha demostrado que sus probióticos naturales llegan vivos a la microbiota; un paso esencial para que estos produzcan efecto.
Además de estar buenísimo, Activia es una gran opción a la hora de equilibrar la microbiota intestinal. Junto con el hecho de que contiene ingredientes de origen 100% natural y una mayor diversidad de probióticos que el yogur tradicional, Activia es el único que ha demostrado que sus probióticos llegan vivos a la microbiota; un paso esencial para que estos produzcan efecto.
Una de las propuestas para introducir diariamente Activia en nuestra dieta consiste en combinarlo con frutos rojos, semillas y cereales. Esta combinación, además de probióticos, contiene prebióticos: las fibras de las que se alimentan dichas bacterias. De la misma manera, para aquellos con un gusto especial por el salado, otra opción sería mezclar Activia Kéfir con bastoncitos de zanahoria o pepino. Dos snacks variados para tu microbiota.