En esta nueva conmemoración del Día del Padre, resulta fundamental destacar los impactos positivos que una paternidad activa tiene en el desempeño académico de los hijos.
En la sociedad actual, la crianza enfrenta múltiples desafíos, donde tanto la madre como el padre desempeñan roles fundamentales en la educación y el desarrollo emocional de sus hijos. El reconocimiento de la importancia de la paternidad activa es crucial para fomentar un entorno equilibrado y enriquecedor, promoviendo un crecimiento integral en los niños.
Fomentar la paternidad activa implica que los padres participen de manera equitativa en las actividades cotidianas, como ayudar con las tareas, asistir a eventos escolares y participar en la toma de decisiones familiares. Esta cooperación no solo beneficia a los más pequeños, sino que también refuerza la relación de pareja, promoviendo un modelo de cooperación y respeto mutuo.
Un estudio reciente titulado “Paternidad Activa: la participación de los hombres en la crianza y los cuidados”, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y ONU Mujeres, revela que los padres involucrados no solo fomentan un desarrollo integral en sus hijos, sino que también contribuyen significativamente a su éxito educativo.
El estudio demuestra que los niños con padres activos en su crianza tienen una mayor probabilidad de sobresalir académicamente y desarrollar habilidades sociales sólidas. La presencia activa del padre se traduce en un apoyo emocional constante, disciplina equilibrada y un ejemplo positivo a seguir, elementos esenciales para el desarrollo académico y personal.
Soledad Guzmán Sanz, directora académica del Colegio Seminario Menor de Las Condes (SPM), afirma que la participación activa de los padres genera un aprendizaje más enriquecedor: «Los niños se sienten más seguros y motivados cuando ven que sus padres se interesan y participan en sus actividades escolares, y a la larga demuestran un mayor rendimiento académico, mejoran su autoestima y desarrollan habilidades sociales más sólidas”.
La comunicación abierta y constante entre padres e hijos es otra piedra angular de la paternidad activa. Los padres que dedican tiempo a escuchar y dialogar con sus hijos fomentan un ambiente de confianza y comprensión, lo que permite a los niños expresarse libremente y buscar apoyo cuando enfrentan dificultades.
La directora afirma que las instituciones educativas tienen la responsabilidad y la capacidad de promover actividades que involucren a las familias, con el objetivo de fomentar la participación activa de los padres en la educación. «En SPM siempre estamos impulsando actividades que pueden incluir talleres, eventos comunitarios y actividades conjuntas, las cuales no solo enriquecen el entorno educativo, sino que también fortalecen los lazos entre la escuela y la comunidad», afirmó Guzmán.
Al involucrar a los padres de manera más integral, se logra un apoyo constante y significativo en el desarrollo académico y personal de los estudiantes, lo cual es crucial para su éxito a largo plazo. Además, este enfoque colaborativo ayuda a crear un entorno más inclusivo y solidario, donde todos los miembros de la comunidad educativa trabajan juntos hacia objetivos comunes.
