Nuevamente, nos enfrentamos a enfermedades que pueden prevenirse adoptando medidas simples como el lavado de manos o la utilización de mascarillas. Conoce otras que te ayudarán a pasar una buena temporada invernal.
Comenzamos el periodo más complejo del año si pensamos en las típicas enfermedades invernales y otras que se dan gracias a la combinación del frío, mala ventilación, contaminación ambiental, los cambios bruscos de temperatura y los virus que proliferan con esta época. Por esto, es importante saber cuáles son y cómo podemos prevenirlas, para que no se produzcan mayores complicaciones en nuestro organismo.
De acuerdo con Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, en este periodo aumentan las ventas de medicamentos para lidiar los síntomas de gripes y resfríos, aunque apunta a que la prevención es la medida más efectiva para combatirlos. “A pesar de que todos los años nos enfrentamos a las amenazas propias del invierno, es importante recalcar las medidas preventivas y evitar la automedicación, que también aumenta en esta época y que es dañina principalmente, en personas con enfermedades crónicas”, indica.
Ya este año, desde el 1 de abril el Ministerio de Salud levantó una alerta sanitaria que -entre otras- incluye el uso obligatorio de mascarillas en centros asistenciales, debido a las proyecciones emanadas del Instituto de Salud Pública (ISP) que, para la fecha, alertaba de un aumento en la taza de contagios del virus de la influenza y que, respecto al año pasado, incrementaría en 9.5% las consultas respiratorias y en un 6% las hospitalizaciones de urgencia.
“Es en este marco que, una de las primeras y más fundamentales medidas, es la vacunación. La campaña de invierno comenzó en la misma fecha y esta medida busca que aquellos que se inoculen con las vacunas contra la influenza y el coronavirus desarrollen anticuerpos que los encuentren mejor preparados para enfrentar estos virus en casos de contagio”, agregó la profesional.
También comenta que la utilización de las mascarillas, más allá de la obligatoriedad de su uso en hospitales o centros médicos, debiera ser un hábito ya adquirido. “Sabemos que estos elementos nos han ayudado a frenar la expansión de contagios, al ser una barrera física eficiente de los virus que viajan por el aire o se contagian por gotas, por lo que cualquiera podría utilizarla cuando se enfrenta a grandes aglomeraciones, sobre todo en lugares cerrados o poco ventilados, como el transporte público u oficinas. Este llamado se extiende también a aquellos que ya tienen algunos síntomas para evitar contagiar a otros”, señala.
Otras medidas que se repiten son el lavado de manos frecuente y, por supuesto, tener consciencia de los factores ambientales que ayudan a la proliferación de estas enfermedades. En estos casos, la farmacéutica recalca que “la ventilación de los lugares es clave, sobre todo cuando existen fuentes de calefacción. Además, e idealmente, esta última debe controlarse para evitar tener grandes cambios de temperatura al entrar o salir de habitaciones”.
Por último, si todas estas medidas no fueron suficientes y el contagio de algún virus se produjo de igual manera, es importante combatir los síntomas con responsabilidad. “La mayoría de las afecciones de esta época son producidas por virus, por lo que la utilización de antibióticos no debe estar dentro de las opciones, menos cuando éstos son adquiridos de forma irregular en ferias libres o el comercio irregular. Recordemos que es requerida una receta médica para su uso”, enfatiza Molina.
Asimismo, la utilización de antigripales, analgésicos o antipiréticos (de venta libre) debe ser orientada por un profesional de la salud. “En oportunidades, vemos a pacientes que consumen estos productos por largos periodos de tiempo, lo que traería complicaciones a su salud, sobre todo en la población más vulnerable como niños, personas mayores o enfermos crónicos, ya que suelen ocurrir interacciones entre fármacos o que unos afectan la eficacia de otros”, destaca.
Para pasar una buena temporada invernal, es importante no enfermarse. Para no enfermarse, es importante seguir medidas simples como éstas que marcarán la diferencia.