Fibromialgia, un diagnóstico cada vez más común y del que aún se habla poco. Este síndrome afecta al 6% de la población mundial, siendo más frecuente en mujeres de 35 a 50 años, sin embargo, cada día los especialistas se encuentran con más pacientes más jóvenes que la padecen. En Chile, las consultas particulares de reumatología por fibromialgia llegan a 26,75%.
El Ministerio de Salud la define como “un síndrome de dolor crónico generalizado, percibido en músculos y articulaciones por más de 3 meses, sin causa médica que lo explique”. Cristóbal del Campo, quiropráctico de Clínica Talus, agrega que “el síndrome de fibromialgia parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, neurobiológicos, hormonales, ambientales y psicosociales, aunque la interacción exacta entre estos factores aún no se comprende completamente. Además sPrincipio del formulario
e cree que la estimulación nerviosa repetida provoca cambios en el cerebro y en la médula espinal de las personas que padecen fibromialgia. Este cambio está relacionado con un aumento anormal de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro que transmiten señales de dolor”.
Kinesiología y quiropraxia: ¿cómo ayudan al paciente?
La fibromialgia se caracteriza por dolor generalizado en varias partes del cuerpo, que se agrava con el estrés, activación emocional, frio y actividad física mantenida. además de fatiga, problemas de sueño, memoria y estados de ánimo. Pero, también puede estar asociado a síndrome de colon irritable, dolor de cabeza, trastornos de la articulación temporomandibular, ansiedad, depresión, sensibilidad a la luz, ruidos, olores y temperatura.
Su tratamiento debe ser integral y con distintos especialistas como psicólogo, nutricionista, reumatólogo, pero también es importante poder incorporar a un kinesiólogo y quiropráctico, ya que pueden ofrecer mejorías importantes y apoyo a las personas que sufren síndrome de fibromialgia como por ejemplo:
1.- Mejorar la flexibilidad y movilidad: “La Kinesiología se centra en el movimiento y ejercicio terapéutico, siendo esencial aumentar la flexibilidad y movilidad del paciente para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente, así como también, disminuir la sensación de rigidez en las zonas afectadas”, explica el especialista de Clínica Talus.
2.- Aumentar la fuerza: La realización de ejercicio regular, controlado y adecuado para cada paciente, permite reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, síntomas que también afectan en el desarrollo y la manifestación del síndrome de fibromialgia.
3.- Estimular el sistema nervioso: Esto se realiza a través de sesiones de quiropraxia, “ésta ayuda a las personas con fibromialgia mediante la evaluación y tratamiento personalizado del sistema nervioso. Se centra en su estimulación, regulación del sistema nervioso autónomo, ajustes quiroprácticos específicos y ejercicios para mejorar la función neurológica, siendo fundamental para disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida a largo plazo”, señala Cristóbal del Campo, quiropráctico de Clínica Talus.
Si bien muchas personas la temen a la quiropraxia, el especialista comenta que “según la Guía de orientación técnica abordaje de la fibromialgia, creada por el Ministerio de Salud, esta técnica es recomendable para los pacientes que padecen este síndrome y que la evidencia científica de sus beneficios está totalmente comprobada, por lo tanto es una terapia segura”.
Por supuesto, siempre es importante informarse y consultar con el médico de cabecera, así como también, que el especialista en quiropraxia evalúe antes al paciente para adecuar la terapia a sus necesidades e historial.
Más información en www.clinicatalus y @clinica_talus