Avalada por más de un siglo de presencia mundial, a nivel local la compañía se ha transformado hoy en líder del segmento de equipos médicos, gracias a innovadores desarrollos tecnológicos.
La empresa neerlandesa Philips celebra 87 años de presencia ininterrumpida en el país, destacándose por diversos acontecimientos que han marcado la vida de los chilenos en diferentes ámbitos y siendo un ícono de la transformación, mejora y evolución permanente, motivada por una búsqueda constante de desafiar los límites de la innovación y crear tecnologías de vanguardia en áreas como iluminación, electrónica de consumo y salud.
Iniciando sus operaciones globales como fabricante de ampolletas en 1891, Philips comenzó a desarrollar soluciones médicas a partir de 1918, con la introducción al mercado de un tubo de rayos X y un servicio especializado en la reparación de máquinas para radiografías, dando paso así a su división de sistemas médicos.
En 1937 Philips instaló en Chile una de sus primeras fábricas en Latinoamérica, con el objetivo de producir ampolletas y lámparas incandescentes. “A los pocos años la planta ya estaba haciendo afeitadoras eléctricas, para posteriormente comenzar a elaborar radios y televisores. Así, generó un hito en la historia local cuando en 1962 colocó frente a su edificio corporativo algunos televisores para que la gente pudiera disfrutar del mundial de fútbol”, comenta Acauã Lattouf, country manager de Philips Chile.
A su vez, a lo largo del tiempo ha liderado una serie de avances tecnológicos en muchos campos, destacándose, por ejemplo, en la invención del casete, la masificación de los rayos X, la creación -en conjunto con Sony- del Compact Disc, el desarrollo del DVD, la primera ampolleta de ahorro energético, la producción de semiconductores y la introducción de la iluminación LED, entre otros.
Pero a partir de 2011 Philips centró sus esfuerzos en la generación de tecnologías para la salud, ofreciendo soluciones para el bienestar de las personas -con productos masivos de cuidado personal e instrumentos especializados en el diagnóstico de patologías- y teniendo como misión contribuir a incrementar el acceso a ésta, con mejores cuidados y al menor costo posible, así como beneficiar los flujos de trabajo de los profesionales médicos e impulsar la digitalización con herramientas de inteligencia artificial.
Lattouf menciona que “en 2024 nos consolidamos como el líder en el segmento de equipos médicos en Chile, instalando una importante base de primer nivel en angiógrafos, tomógrafos espectrales, escáneres y resonadores a largo del territorio. Muestra de ello es que en mayo pasado Clínica Puerto Varas adquirió un resonador magnético Philips MR 5300 de 1.5 Teslas, lo que la sitúa como el centro de salud privado más moderno de la Región de los Ríos. Este equipo es muy similar al incorporado el año 2023 por el Hospital Clínico de Magallanes, que también se encuentra a la vanguardia tecnológica en su zona gracias a este equipamiento”.
En ese sentido, los clientes actuales de Philips Chile en esa área se encuentran tanto en el mundo público como privado y prueba de ello son los proyectos desarrollados para instituciones como el Hospital San Borja Arriarán, el Hospital Militar de Santiago, el Hospital Regional de Concepción, la Clínica Alemana de la capital, el Hospital Clínico de la Universidad Católica, la Clínica Universidad de Los Andes y la Clínica Indisa, que además se ha convertido en un centro de referencia tecnológico para apoyar la capacitación de profesionales tanto locales como extranjeros.
Respecto de los avances más destacados del último tiempo, cabe señalar que Philips ya trajo a Chile el magneto BlueSeal, que brinda operaciones de resonancia más sostenibles e ininterrumpidas, mediante un sistema de micro enfriamiento altamente eficiente y prácticamente libre de helio. “Este elemento es muy caro y el mayor productor es Rusia. Antes de la guerra con Ucrania un litro costaba USD 30, pero actualmente su valor subió a más de USD 80. Un resonador normal utiliza casi 2.000 litros de Helio para su funcionamiento, el que debe ser anualmente recargado, ya que se va perdiendo con su uso. La tecnología de Philips sólo ocupa 7 litros de helio que no requieren ser recargados durante su vida útil, porque el magneto viene sellado, lo que contribuye a la seguridad y a un mejor cuidado y protección del ambiente”, puntualiza Acauã Lattouf.
Por último, el ejecutivo indica que, a pesar de los cambios referidos, el propósito de Philips sigue siendo crear innovaciones significativas que sean capaces de transformar la vida de la gente, teniendo como meta global optimizar la experiencia en salud de 2,5 mil millones de personas para el año 2030, junto con contribuir al desarrollo de un mundo más saludable y sostenible.