El horario de verano podría mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida de los niños, gracias a la mayor exposición a la luz natural y el fomento de actividades al aire libre.
Con el inicio del horario de verano el próximo sábado 7 de septiembre, después de las 23:59, los relojes se adelantarán automáticamente a la 01:00 del domingo. Este cambio permitirá disfrutar de más horas de luz natural durante la tarde, lo que podría tener efectos positivos en el ánimo y el bienestar de los niños en edad escolar. Además de optimizar el uso de la luz solar, este ajuste horario fomenta un estilo de vida más activo y saludable.
El aumento de la luz natural disponible por las tardes favorece a tener más tiempo para actividades al aire libre, como jugar en el parque, practicar deportes, o simplemente disfrutar de un paseo en bicicleta con amigos y familiares. Estas actividades no solo promueven la salud física, sino que también contribuyen a mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, algo especialmente importante después de un largo día de clases.
De acuerdo con Paula Reyes, psicóloga del Colegio Seminario Menor de Las Condes, «la exposición a la luz natural es fundamental para la producción de serotonina, un neurotransmisor que contribuye al bienestar y la felicidad. Tener más horas de luz durante el día puede ayudar a los niños a sentirse más energéticos y positivos». Además, esta luz adicional puede ayudar a regular los ritmos circadianos, mejorando la calidad del sueño y facilitando la adaptación al nuevo horario.
Beneficios adicionales del cambio de hora para los niños
El horario de verano también puede ser una excelente oportunidad para fomentar hábitos de vida más saludables. Con más luz natural disponible, los padres pueden aprovechar para involucrar a los niños en actividades recreativas y deportivas, promoviendo así un estilo de vida activo que contrarreste el sedentarismo.
Asimismo, más tiempo de luz natural por la tarde puede facilitar la planificación de actividades familiares al aire libre, fortaleciendo los lazos familiares y proporcionando un descanso necesario de las pantallas y dispositivos electrónicos. Estos momentos de interacción y juego al aire libre son esenciales para el desarrollo emocional y social de los niños.
Aunque el cambio de hora puede requerir algunos días de adaptación, los beneficios de tener más luz natural durante el día son numerosos. No solo se facilita la realización de actividades al aire libre, sino que también se contribuye al bienestar emocional de los niños, promoviendo un ambiente más positivo y saludable para su desarrollo integral.