Indura perteneciente al Grupo Air Products es proveedor de CO2 para distintas cervecerías, un elemento que es utilizado en varias etapas del proceso: desde el inicio de la fabricación hasta la copa.
Gases como el dióxido de carbono (CO2) y el nitrógeno (N2) son utilizados en distintas etapas del proceso de fabricación de vinos, espumantes y cervezas: desde la impulsión del brebaje, la inertización de los estanques o cubas, la limpieza de los barriles donde es transportado, hasta la salida en distintos bares o restaurantes.
Indura perteneciente al Grupo Air Products, es una empresa especializada en la producción y suministro de gases para diversas industrias –entre ellas salud y el rubro alimentos–, cumpliendo con altos estándares de calidad y certificaciones para cada uno de los mercados. Desde hace varios años acompañamos a las dos marcas chilenas premiadas en la World Beer Award, la máxima cita de la industria cervecera global, y que se llevó a cabo en Londres.
Una de ellas es Loa, una cervecería independiente, fue reconocida con la medalla de oro por su cerveza “Atrapanubes”, de la variedad Pale Lager, en la categoría Helles/Münchner (2024). También la cervecería Kross, fue distinguida en varias categorías
Cómo funciona el gas en la cerveza
Cada cervecería define las características organolépticas deseadas para sus productos, entre ella: la cantidad de CO2 disuelto en la cerveza. Su función es importante en la formación de espuma, el sabor y textura en boca. Según explica Gabriel Echeverría, ejecutivo de desarrollo de negocios del área vitivinícola-cervecero de Air Products, “los cerveceros requieren estrictos parámetros de calidad en sus materias primas, incluyendo los gases, ya que esto influye directamente en la calidad y preservación del brebaje”.
Durante la fermentación, si bien la aplicación de oxígeno (O2) es menor, éste contribuye a optimizar la acción de las levaduras y lograr un proceso más estable y con mejores resultados finales. Una vez terminada esta fase, se utiliza CO2 para introducir la cerveza en los barriles, así como el desplazamiento de impurezas antes de comenzar un nuevo ciclo.
El proceso de aplicación de gases para diferentes productos fermentados es variable, aunque existen similitudes entre ellos. En el caso de espumantes y cervezas, la aplicación de dióxido de carbono es clave para forzar la gasificación, algo que no ocurre, por ejemplo, en el vino tinto, donde el principal control es del O2 disuelto. En las viñas, el inertizado de barriles y el envasado se realizan con nitrógeno, mientras que en las cervecerías ambas tareas se llevan a cabo con CO2.
“Los gases juegan un rol crucial en la gasificación y calidad del producto, están presentes en todas las etapas de su proceso de elaboración. Es por eso que los productores son rigurosos en su aplicación. Si el gas no cumple con la calidad necesaria, podría generar una disminución en la calidad de la cerveza. Nuestra labor es asesorar a las marcas para su uso seguro y correcto, implementando mejoras en el proceso”, puntualiza el especialista de Indura – Air Products.