Uno de los miedos que puede experimentar una pareja que ha perdido a un hijo o hija, tanto en el vientre materno como a los pocos días de vida, es volver a embarazarse. Un temor que pueden estar enfrentando las 1.130 madres que tuvieron una pérdida gestacional este año, de acuerdo al Catastro Nacional de Mortinatos que lleva el Registro Civil, y que tuvo su peak de defunciones el 2023 con 2.113 fallecimientos de hijos nonatos. La más alta desde 2020.
Perder a un hijo o hija es una experiencia devastadora. La pareja suele vivir un duelo donde existe tristeza y vacío, no solo por un bebé que no está en brazos, sino que también por el futuro que se habían imaginado. Por esto, es común sentir miedo, ansiedad, culpa o preocupación ante la idea de volver a intentar otro embarazo.
Si el miedo latente a perder nuevamente a un hijo o hija no se sobrelleva durante el proceso de duelo, es probable que frente a un próximo embarazo se vuelva a experimentar. Estos sentimientos pueden generar desvinculación emocional con el recién nacido, en donde el temor crea lejanía entre la madre y el bebé, y también puede haber sobreprotección.
En este contexto, en el marco del Día Mundial de la Concientización sobre la Muerte Gestacional y Perinatal, que se conmemora cada 15 de octubre, algunos consejos para sobrellevar el miedo, si se ha experimentado una pérdida reciente y se desea volver a intentar un nuevo embarazo, son:
· Vivir el duelo el tiempo que sea necesario. No hay por qué apresurarse ni “sentirse mejor” inmediatamente. Tampoco se debe considerar reemplazar al bebé fallecido con un embarazo apresurado, ya que ningún hijo o hija viene a sanar la ausencia de otro.
· Permitir el acompañamiento de familiares, amigos y profesionales de la salud mental en medio de la tristeza, nostalgia, soledad, incomprensión y a veces, culpa.
· Es importante aprender a soltar, y recordar que hay cosas, como esta pérdida, que están fuera de nuestro control. Esto generará tranquilidad y menos sensación de culpa.
· Pedir ayuda. Programas como Contigo en el Recuerdo de Parque del Recuerdo, Fundación Duelo y Arcoíris, Fundación Amparos y otras instituciones acompañan en estos procesos.
· Hacer rituales, ya sea de despedida física de ese bebé, como de nuevos comienzos: plantar árboles, escribir y tejer.
· Conversar con la pareja sobre lo que ha ocurrido. Cuidarse mutuamente y permitirse expresar los sentimientos, ayudará a trabajar la culpa por creencias equívocas relacionadas a la posibilidad de haber hecho algo que afectara la vida del bebé.
De esta manera, es posible volver a vivir la maternidad desde la alegría. Es más, a los niños o niñas que llegan al mundo luego de una pérdida, se les conoce con el término “bebé arcoíris”, lo que simboliza la esperanza y la luz que llega después de la tormenta.