Ya va quedando poco para que los niños salgan de vacaciones y empiecen a disfrutar el tan esperado verano. Sin embargo, su emoción contrasta con la preocupación de sus padres, quienes deben estar atentos a cualquier tipo de accidente al aire libre. ¡Toma las precauciones necesarias y vive un verano sin contratiempos!
El verano es sinónimo de sol, playa y diversión, pero también de cuidados especiales. Para disfrutar al máximo esta época, es fundamental estar atentos a los posibles riesgos que acechan, especialmente cuando tenemos niños pequeños. ¡Un accidente puede ocurrir en cualquier momento!
El Dr. Leonardo Ristori, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica INDISA, advierte que los accidentes en verano son muy comunes, por lo que los padres deben estar muy atentos a lo que hacen sus hijos en esta temporada.
Accidentes más comunes en verano
Cuando tenemos hijos chicos es conveniente estar preparados para enfrentar de buena manera cualquier accidente.
Quemaduras solares: la exposición prolongada al sol sin protección adecuada puede causar quemaduras graves y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel a largo plazo. En caso de quemadura, enfría la zona con agua fría, aplica aloe vera o crema hidratante sin perfume y consulta a un médico si la quemadura es grave.
Traumatismos: camas saltarinas, patines y corridas son algunas de las actividades al aire libre que pueden causar caídas, golpes y fracturas. En caso de traumatismo, aplica hielo envuelto en un paño para reducir la inflamación, eleva la zona afectada y consulta a un médico si el dolor es intenso o si hay signos de fractura.
Picaduras de insectos: las picaduras de abejas, avispas y otros insectos pueden provocar reacciones alérgicas graves, especialmente en niños sensibles. En caso de picadura, se debe retirar el aguijón si está presente, lavar la zona con agua y jabón, aplicar hielo para reducir la inflamación y un antihistamínico si es necesario. Si la persona presenta síntomas de reacción alérgica grave (dificultad para respirar, hinchazón en la cara) llamar a emergencias.
Quemaduras eléctricas: causadas por aparatos eléctricos encendidos y a su alcance, como estufas, planchas o alisadoras de pelo, así como ollas calientes o agua hirviendo cerca de los niños. Lo primero que se debe hacer en este caso es apagar la fuente de electricidad, enfriar la zona con agua fría y consultar a un médico de inmediato.
Intoxicaciones: la curiosidad de los niños los lleva a explorar su entorno y a ingerir sustancias peligrosas. En caso de intoxicación, debes llamar inmediatamente a un centro de control de intoxicaciones o a emergencias y no inducir el vómito, a menos que te lo indique un profesional médico.
Cortes con vidrios: vasos rotos, caídas o pelotazos a la ventana. En caso de corte, recuerda limpiar la herida con agua y jabón, aplicando presión con una gasa limpia para detener el sangrado. Si el corte es profundo o hay signos de infección, no dudes en consultar a un médico.
Sin embargo, según el Dr. Leonardo Ristori, el principal riesgo en esta temporada son las asfixia por inmersión. “En la mayoría de los accidentes de este tipo, los adultos a cargo declaran que el niño se había perdido de vista durante menos de 5 minutos”, señala.
Las asfixia por inmersión son un riesgo latente en esta época del año, ya que es un accidente rápido y silencioso; además, los más pequeños pueden ahogarse en apenas 6 cm de agua.
Pasos a seguir en caso de un accidente en piscinas
-Sacar al niño lo más rápido posible del agua.
-Si está consciente y respira, hay que acostarlo de lado, ya que así se favorece la salida del agua a través de la tos o vómitos, y se evita que el líquido obstruya de nuevo las vías respiratorias.
-Si el niño no respira, hay que hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica.
-En caso de que haya más de un adulto, mientras uno hace la RCP otro debería llamar a una ambulancia. Si estás solo, primero debes realizar la RCP básica, luego interrumpirla, por no más de 1 minuto, llamar y continuar con las maniobras de reanimación hasta que llegue el equipo de rescate.
-Procurar que el niño no se enfríe. Hay que sacarle la ropa mojada, secarlo y taparlo con lo que tengas a mano.
¿Cómo se hace el masaje cardíaco?
-Poner al accidentado en una superficie firme.
-Poner la palma de una mano sobre el tercio inferior del esternón y la otra mano sobre la primera.
-Con la presión de las dos manos hundir el esternón y así se comprime el corazón entre este hueso y el plano duro de la columna vertebral.
-El masaje debe mantener una frecuencia de 60 compresiones por minuto. Para comprobar la eficacia de la técnica, se debe palpar el pulso en el cuello.
-Esto debe sincronizarse con la respiración boca a boca a un ritmo de cuatro compresiones del corazón por una insuflación de aire.
Consejos para prevenir accidentes
Supervisión constante: nunca dejes a un niño sin vigilancia cerca del agua, en piscinas o en áreas con posibles peligros.
Protección solar: aplica protector solar con factor de protección alto (FPS 30 o superior) cada 2 horas y utiliza ropa protectora, sombrero y gafas de sol.
Educación: enseña a tus hijos sobre los peligros del agua, el fuego y las sustancias tóxicas.
Equipo de protección: asegúrate de que usen cascos y rodilleras al realizar actividades como patinar o andar en bicicleta, y elige áreas de juego seguras y libres de obstáculos.
Primeros auxilios: aprende las técnicas básicas de primeros auxilios para actuar rápidamente en caso de emergencia.
Entorno seguro: revisa tu hogar y jardín para eliminar posibles riesgos, como objetos punzantes, productos químicos y cables expuestos.
“Si bien existen primeros auxilios básicos, es importante que, ante cualquiera de estos accidentes, la persona sea llevada lo antes posible a un Servicio de Urgencia”, puntualiza el Dr. Leonardo Ristori.
Clínica INDISA cuenta con un servicio de Urgencias altamente capacitado para cuidarte en cada una de las etapas del año, incluyendo el verano. No dudes en visitar cualquiera de sus sedes en Providencia o Maipú.