Muchas parejas pueden sufrir altos niveles de ansiedad cuando intentan convertirse en padres, sobre todo cuando el tiempo transcurre y no llega ese deseado y anhelado hijo (a).

Lo importante es saber convivir con la tensión, transitar esa montaña rusa de emociones y cuidar ese difícil equilibrio entre temor y anhelo, incertidumbre y expectativas, porque si el estrés se convierte en algo rutinario y se perpetua en el tiempo, los efectos suelen ser negativos.

En todo el mundo las festividades de Navidad y Año Nuevo suelen agitar la agenda, pero si a eso le sumamos que en nuestro país también es el cierre del año escolar, eventos de empresa, organización de vacaciones, planificación del nuevo año por venir, gastos, y un largo etcétera, es normal sentirnos algo estresados. Es más, el estrés es considerado como una respuesta natural frente a un desafío, una situación difícil, una frustración o imprevistos, ante el cual diversos sistemas brindan una respuesta precisa en el momento adecuado. Lo importante es saber convivir con la tensión, porque si ese estrés se convierte en algo rutinario, los efectos suelen ser negativos, interfiriendo en el equilibrio de la salud y afectando, por ejemplo, la búsqueda de un embarazo.

“Esto ocurre de manera más frecuente en las parejas que se están realizando un tratamiento en medicina reproductiva. De hecho, el 60% de estos pacientes sufren estrés con niveles de ansiedad y síntomas depresivos superiores a la media de la población”, explica Daniela Vargas, psicóloga especialista en reproducción asistida de IVI Santiago.

La receta está en conseguir el mayor equilibrio emocional posible, situación que será diferente para cada persona, donde se espera que cuente con recursos personales (físicos y emocionales), red de apoyo, posibilidades económicas, habilidades de afrontamiento, y apoyo desde la relación de pareja si es que cuenta con ella.

Para quienes están en proceso de búsqueda de embarazo, la especialista de IVI Santiago entrega algunos tips para aprender a manejar el estrés:

–       Aceptar que es una situación que no elegiste, pero que te está tocando vivir: A veces, ese embarazo tan esperado tarda más de lo que nos gustaría, y las emociones que acompañan este viaje no son las más fáciles de transitar.

–       La clave siempre será “menos es más”. No es el momento de perder más energía en llenarte de actividades “extra”; probablemente ya llevas un tiempo en este viaje, y te has desgastado lo suficiente. 

–       La rutina, un gran aliado. Te mantiene entretenida, comprometida e interesada en otros temas. Y te demuestra que el embarazo no es lo único importante hoy, hay mucho más.

–       No toda la información de la web es útil, al contrario, puede provocar aún más ansiedad encontrar miles de indicaciones y sugerencias que quizá no son las más pertinentes para tu realidad.

–       Hacer ejercicio: siempre es un buen aliado cuando se transita por momentos de estrés, ya que favorece la producción de endorfinas. Además, el aumento de otras sustancias químicas neuronales naturales provoca sensación de bienestar. Practícalo en la medida que te haga sentir cómoda.

–       Tratar de reunirse con los seres queridos y amigos siempre ayuda a distraerse y a pasar un buen momento. Siempre en la medida, que a ti te haga sentido y no te sientas presionada. Más aún en estas fechas, podría ser un momento en el que quisieras estar con menos gente de lo habitual y estará bien.

–       Un buen dormir: Duerme al menos 8 horas para funcionar con el máximo de energía durante el día, y permitir diariamente la regeneración celular.

–       Lleva una alimentación saludable. Probablemente es una indicación que ya has escuchado, y lo debes estar haciendo muy bien, sólo preocúpate de no frecuentar los excesos.

–       Recuerda, la prioridad eres tú. Más aún en este periodo de tu vida. Cuídate.

Consulta siempre con un especialista, en este caso, con una psicóloga experta en reproducción asistida.