El virus de papiloma humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, y si bien en la mayor parte de los casos nuestro organismo acaba por neutralizarla, igual es responsable del 70% de los casos de cáncer de útero
En el varón, la infección con VPH resulta en una disminución significativa de la calidad del semen
Conformado por más de un centenar de virus, 40 de ellos pueden llegar a ser infecciosos, causar cáncer e incluso infertilidad (conjuntamente con otros virus).
Dependiendo del tipo, el VPH puede transmitirse a través de las relaciones sexuales sin protección e incluso por contacto piel con piel. Por ello es muy difícil determinar quién contagia, además de que el virus puede permanecer en el organismo durante largo tiempo sin manifestarse. No obstante, la probabilidad de infección aumenta con diversos factores:
- Una vida sexual activa con un gran número de parejas.
- Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
- Antecedentes de ETS.
- Personas inmunodeprimidas.
“Una gran parte de las infecciones por este virus (80%) son vencidas por el sistema inmunitario, calificándose como transitorias y asintomáticas. Sin embargo, otras causan una infección permanente que pueden originar verrugas genitales y distintos tipos de cáncer”, explica el Dr. Rodrigo Carvajal, especialista en medicina reproductiva de IVI Santiago.
¿Cuáles son los síntomas del VPH?
Cuando la infección persiste puede manifestarse en verrugas, las que antiestéticas e incómodas, no representan riesgo cancerígeno ni de otras patologías. Estas verrugas pueden ser genitales, comunes (manos y dedos) o plantares (talones y pies), o bien planas y en cualquier parte del cuerpo como es en la barba.
Se ignora la razón por la que algunas personas desarrollan modificaciones celulares que derivan en cáncer, mientras otras no las experimentan. Si bien el papiloma humano no tiene cura, en general tanto en hombres como en mujeres tarda varios años en causar síntomas. “Este hecho permite disponer del tiempo suficiente para ser detectado de distintas maneras. Por ejemplo, el cáncer de cuello uterino puede tardar hasta más de 20 años en dar la cara tras una infección por VPH”, agrega el Doctor Carvajal.
Como el VPH no es detectable mediante una analítica, para su diagnóstico se recurre a la biología molecular; las mujeres deben controlarse mediante citologías regulares (el PAP), y en los hombres es la prueba PCR para VPH de detección y tipificación, normalmente solicitada en las consultas de urología.
Si bien el papiloma humano no tiene cura, sí es posible prevenir la infección a través de la vacunación, método seguro y eficaz tanto para las infecciones de riesgo bajo como de riesgo alto, y el uso de preservativos.
Son factores de riesgo para la infección la edad de la primera relación sexual, el número de compañeros sexuales y la coinfección con el virus de la inmunodeficiencia humana, entre otros.
El VPH no produce esterilidad por sí solo, pero parece que la coinfección con C.trachomatis aumenta el riesgo de esterilidad de origen tubárico.
En el varón, diferentes estudios indican que la infección con VPH resulta en una disminución significativa de la calidad del semen. Según el tipo de lesión premaligna, se aplicará un tratamiento específico que normalmente no comprometerá la fertilidad posterior
Respecto a la relación entre VPH y fertilidad, “una madre con verrugas genitales tiene la posibilidad de transmitir el VPH 6 o el VPH 11 al bebé durante el parto. Sin embargo, este virus no produce infertilidad por sí mismo, pero sí puede provocar complicaciones durante el embarazo. Igualmente, la coinfección junto a otros virus sí puede incidir en la fertilidad”, finaliza el especialista.