Según especialistas, un sistema inmune fuerte no solo se construye con vacunas o cuidados externos, sino que también se alimenta. Y este ácido graso esencial, presente en semillas como la chía, puede ser una de las claves más efectivas para lograrlo.
El Día Internacional de la Inmunología, es una fecha que nos invita a poner la mirada en cómo cuidamos diariamente nuestro sistema de defensas. Aunque suele asociarse con investigaciones complejas y laboratorios, la inmunología también se vincula con aspectos tan simples como cotidianos: el descanso, el movimiento y, sobre todo, la forma en que nos alimentamos.
Este año, la conmemoración pone foco en un mensaje poderoso: fortalecer las defensas desde adentro es posible. Y una de las claves más efectivas para potenciar nuestra salud es el Omega 3, un tipo de grasa saludable que cumple funciones esenciales para el equilibrio del sistema inmune.
“El cuerpo necesita una base sólida para responder ante infecciones, y gran parte de esa base se construye desde la nutrición. En particular, el Omega 3 tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación crónica, un factor que puede debilitar el sistema inmunológico. Además, los omega-3 pueden modular la respuesta inmunitaria, ayudando a prevenir la sobre-respuesta inflamatoria que puede ocurrir en ciertas enfermedades auto-inmunes”, explica Carolina Chica, gerente de Nutrición, Investigación y Desarrollo de Benexia.
Un nutriente esencial que viene del exterior
Los Omega 3 forman parte del grupo de ácidos grasos poliinsaturados, siendo el ALA el único Omega 3 esencial, es decir que el organismo no puede fabricarlo por sí solo, por lo que deben incorporarse a través de la alimentación. Este ácido grasos esencial se encuentra presente en semillas como la chía, linaza y nueces.
Para la experta, la chía se destaca por ofrecer la mayor concentración de este tipo de Omega 3 en el reino vegetal. Además, contiene antioxidantes naturales y fibras prebióticas que alimentan a las bacterias beneficiosas del intestino, fundamentales para una buena salud inmunológica.
Un punto que los especialistas subrayan con insistencia es el desequilibrio frecuente entre el consumo de ácidos grasos Omega 6 (muy alto) y Omega 3 (bajo) en la dieta actual. Esta diferencia puede fomentar un estado inflamatorio crónico que debilita al organismo.
“Los ácidos grasos Omega 6 son inflamatorios, mientras los ácidos grasos Omega 3 reducen la inflación. De allí la importancia de no solo añadir más Omega 3 en la alimentación, sino también reducir el exceso de Omega 6, que proviene de aceites refinados y productos ultra-procesados. Alcanzar ese equilibrio es fundamental para mantener un sistema inmune saludable”, destaca Chica.
La salud inmunológica es el resultado de varios factores: una buena alimentación, un descanso reparador, buena hidratación, manejo del estrés y movimiento regular. “Cuidar el sistema inmune es un compromiso que debemos resguardar todos los días, y empieza con decisiones simples y sostenidas, como agregar el consumo de chía a nuestra vida cotidiana”, concluye la nutricionista.