Se espera que más de 30.000 corredores participen en esta exigente carrera y, en este contexto, los expertos de INDISA y Ripley enfatizan que la preparación no solo implica el entrenamiento físico. Es fundamental también contar con el equipamiento adecuado para enfrentar este desafío.
El domingo 18 de mayo se celebrará el Maratón de Santiago, con tres opciones de carrera: 10K, 21K y 42K. Acercándose la fecha, son miles los corredores que están ajustando los últimos detalles y exigiéndose más en los entrenamientos. Dentro de la preparación, hay un elemento clave para evitar lesiones y que debe tenerse muy en cuenta: las zapatillas adecuadas para carreras de alto impacto.
Según datos de Ripley, durante los últimos dos meses se ha registrado un incremento significativo de un 10% en la venta de zapatillas para running. Pablo Botto, product manager de marketing ecommerce de Ripley, comenta que “este aumento en las ventas refleja la importancia que los atletas dan a contar con las zapatillas adecuadas para enfrentar este desafío”.
Efectivamente, se trata de algo esencial para tener un buen rendimiento en este relevante evento deportivo y, además, para no tener problemas de lesiones. “La mayoría de las lesiones en corredores se deben a errores en los entrenamientos, sea por preparación inadecuada o sobrecarga, una parte considerable de estos problemas está relacionada con un calzado inadecuado”, explica el traumatólogo de tobillo y pie de Clínica INDISA y maratonista, el Dr. Eddie Birman.
Importancia de unas buenas zapatillas
Según el traumatólogo de INDISA, después del entrenamiento y los límites corporales, las zapatillas son el factor externo más importante, y un principal riesgo extrínseco de lesiones.
El Dr. Birman resalta el rol fundamental que tienen las zapatillas y su papel como «modificador» de la carga global. Esta última es entendida como el estrés acumulado en el cuerpo del maratonista —debido al entrenamiento, sueño y nutrición, entre otros factores— que un corredor puede tolerar antes de lesionarse. “Si bien la lesión se producirá por la preparación, el calzado puede aumentar o disminuir la gravedad o la frecuencia de las lesiones”, asegura el Dr. Eddie Birman.
El especialista advierte también que usar el calzado incorrecto, puede provocar desde molestias leves hasta lesiones graves, tales como: tendinitis, síndrome de la banda iliotibial, fascitis plantar, problemas en la rodilla o incluso fracturas por sobrecarga “Es significativo entender que no existe una zapatilla universal. Cada corredor necesita un calzado que se adapte a su tipo de pisada, peso corporal y nivel de entrenamiento”, agrega.
Con relación a este último punto, Pablo Botto de Ripley, explica que “las zapatillas más populares son las con suela más ancha. Estas, dependiendo de la marca, tienen tecnologías para amortiguar e impulsar la zancada, lo que le da una pequeña ventaja al competidor en la carrera”.
Recomendaciones clave
El traumatólogo entrega cinco recomendaciones fundamentales para una correcta elección del calzado deportivo:
- Realizar un análisis de pisada profesional: “es fundamental hacerse un estudio de pisada con un especialista. No basta con mirar el desgaste de las zapatillas antiguas”.
- Considerar la distancia a correr: las necesidades de amortiguación y soporte varían significativamente según la distancia. “Una zapatilla para 10K no necesariamente es adecuada para una maratón completa”.
- Probar las zapatillas en diferentes momentos del día: “los pies cambian de tamaño durante el día. Lo ideal es probarse las zapatillas en el horario en que habitualmente se entrena”.
- Asegurar un espacio adecuado en la zona de los ortejos (dedos): debe existir aproximadamente un centímetro de espacio entre el dedo más largo y la punta de la zapatilla, para permitir la expansión natural del pie durante la carrera.
- Monitorear el kilometraje de uso: “llevar un registro del kilometraje es tan importante como el plan de entrenamiento. Las zapatillas son nuestro principal equipo de protección”.
¿Cada cuánto se deben cambiar las zapatillas?
Si corres regularmente (3-4 veces por semana), la recomendación es cambiarlas cada 6-8 meses. Si corres ocasionalmente (1-2 veces por semana), se aconseja hacerlo al año. “Incluso sin uso, se recomienda cambiar después de 2 años, debido a la degradación de materiales”, alerta el experto de INDISA. “Más allá de la frecuencia de entrenamiento, la recomendación general es entre 500-700 kilómetros de uso, sin embargo, este rango puede variar según factores, como el peso del corredor, tipo de pisada, la calidad de la zapatilla y la superficie de entrenamiento”, advierte.
A modo general, se debe estar atento a las siguientes características para saber cuándo se debe cambiar:
- Desgaste visible en la suela.
- Arrugas o compresión en la mediasuela.
- Deformación en la parte superior.
- Molestias nuevas al correr.
- Pérdida de amortiguación.
Por su parte, Pablo Botto, destaca que “los corredores están cada vez más conscientes de que una buena inversión, en el calzado apropiado, puede marcar la diferencia entre completar la maratón o sufrir una lesión», indica.
Clínica INDISA te acompaña en cada paso. Junto a sus especialistas, puedes prevenir cualquier lesión en el camino. “Una evaluación previa exhaustiva, sumado al calzado adecuado, marcan la diferencia entre vivir plenamente el maratón, o tener que enfrentar una lesión que pueda complicar la participación o, definitivamente, suspenderla”, concluye el Dr. Eddie Birman.