Cada vez más consumidores apuestan por alternativas naturales y funcionales, lo que ha permitido que esta bebida pueda afianzarse en la industria local.
En un mundo donde cada vez más personas optan por cuidar lo que consumen, las bebidas saludables han emergido como una opción clave en las despensas del día a día. Entre ellas, la kombucha, una bebida natural, en base a té o infusiones de hierbas, que tiene efecto probiótico, ha ganado protagonismo no sólo por su sabor, sino también por su impacto positivo en el organismo. Así, lo que comenzó como una tradición ancestral, hoy se ha convertido en una verdadera revolución tanto para los amantes de lo natural y para quienes buscan hidratarse de manera saludable.
Tal ha sido su irrupción, que el mercado global de esta bebida natural está viviendo un crecimiento vertiginoso. Según Mordor Intelligence, en 2024 su valor alcanzó los 3,25 mil millones de dólares y se estima que para 2030 supere los 6 mil millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual del 12%.
Pero este auge no es exclusivo de Estados Unidos, donde la kombucha ya lleva más de una década siendo un fenómeno. En América Latina se proyecta una expansión que llegaría a los 650 millones de dólares en 2030, con un incremento anual del 20%.
Estas cifras son una muestra más de que la industria de las bebidas está experimentando un cambio orientado hacia lo saludable y funcional. De hecho, según Beverage Digest, las ventas de refrescos tradicionales han disminuido un 12 % en la última década, mientras que los funcionales, las con efecto probiótico y las bebidas con prebióticos están creciendo un 35 % interanual. No es de extrañar entonces que la gigante PepsiCo comprara la marca de refrescos prebióticos Poppi por 1.950 millones de dólares, con el fin de adentrarse en la categoría de refrescos más saludables.
Desde Kombuchacha, marca líder de la categoría en Chile, confirman esta tendencia, agregando que los consumidores hoy no sólo buscan hidratarse, sino también reforzar su sistema inmune, la digestión y obtener más energía, sin renunciar al sabor. “Todo esto nos ha impuesto el gran desafío de estar permanentemente innovando, en sabores y presentaciones, para llevar lo mejor de los ingredientes naturales y sus efectos a cada una de las personas que ve en Kombuchacha una mejor forma de hidratarse, pero sin renunciar al sabor. En Kombuchacha nos motiva el que una bebida natural pueda ser rica y saludable a la vez”, asegura María Prieto, fundadora de la marca que es además la primera kombucha en Chile certificada orgánica SAG USDA, cumpliendo para ello los más altos estándares de trazabilidad, calidad e inocuidad.
Así, en pleno auge, la kombucha dejó de ser un gusto de nicho para entrar de lleno al mercado de las bebidas, situándose como una excelente alternativa, apta para todos y perfecta para diversas ocasiones de consumo. “La salud y el bienestar están primando como criterios de elección de los productos, dejando de ser una tendencia para situarse como estándares de la industria. Hay un mundo de oportunidades, y las marcas emergentes tenemos además la responsabilidad de ofrecer productos con valores que consideren a las personas y al medio ambiente siempre”, concluyó Prieto.