Encuesta reveló que la mayoría de los apoderados prefieren enviar alimentos nutritivos a sus hijos, mientras que otros optan por colaciones “simples” por no tener más tiempo y algunos escogen comida según su precio (privilegiando alimentos más baratos). El gasto promedio es de 15 y 30 mil pesos por hijo e incluso puede llegar a sobrepasar los 50 mil pesos.
Un reciente sondeo respondido por más de 2.500 chilenos -usuarios de la app Cheaf- sobre colaciones escolares reveló los principales criterios que los apoderados utilizan para seleccionar los alimentos que envían a sus hijos al colegio, privilegiando productos saludables.
Un 66% de la muestra señaló que prefiere productos nutritivos; un 26% aseguró que elige alimentos simples por un tema de tiempos; un 23% manifestó escoger comida según su precio (los más baratos); un 12% los selecciona por temas médicos (alergias y/o restricciones alimentarias), y un 11% reveló que elige según los lineamientos y políticas de la institución académica a la que asisten los niños y niñas.
En este sentido, al ser consultados sobre qué alimentos envían con mayor frecuencia, un 76% aseguró que manda principalmente productos lácteos (leches, yogur, postres lácteos, etc); un 58% prefiere las frutas frescas; 55% escoge cereales (barritas, galletas de arroz, etc.); un 52% jugos; 47% sandwichs; 27% productos azucarados (galletas, chocolates, queques u otros); 27% frutos secos, y 3% reconoce que envía productos envasados salados (papas fritas, ramitas, etc).
Esto revela la importancia que los apoderados le entregan a la nutrición y salud de sus hijos, un dato relevante, sobre todo al considerar que los niños chilenos enfrentan altos grados de sobrepeso y/o obesidad, como asegura el estudio internacional elaborado por NCD RisC (red colaborativa de científicos especializados en salud), donde se revela que Chile registró una alta prevalencia de obesidad en niñas, alcanzando un alarmante 20% (el único país en la región con cifras sobre 20%), mientras que entre los niños chilenos se experimenta una tasa de obesidad del 30%, también situándose como la más alta en Latinoamérica.
“Preparar las colaciones escolares es, sin ninguna duda, uno de los actos más cotidianos que enfrentan los padres y madres en el mundo, por eso es sorprendente lo complejo que resulta poner en una balanza los gustos de cada niño, los lineamientos nutricionales o de salud, las posibles restricciones alimentarias, los costos de estos alimentos y el tiempo que tienen los apoderados para poder pensar, comprar y preparar estas meriendas”, reflexiona al respecto Elena López, cofundadora y COO de Cheaf, aplicación que contribuye a reducir el desperdicio de comida gracias a una plataforma tecnológica que permite a comercios ofrecer sus excedentes con importantes descuentos.
En efecto, un 75,7% de las personas consultadas aseguró enviar una mezcla de colaciones preparadas en casa y envasadas; un 14,6% aseguró que sólo envía colaciones envasadas; un 8,5% envía colaciones preparadas en su totalidad en casa, y un 1,2% le entrega dinero a sus hijos para que ellos puedan comprar sus propios alimentos en el establecimiento educacional.
Consultados respecto a cuánto es el gasto promedio en este ítem, un 45% aseguró gastar entre 15 y 30 mil pesos por cada hijo; un 28% dice que destina entre 30 y 50 mil pesos; un 14% gasta menos de $15.000 y un 13% asegura gastar más de $50.000 cada mes.
“Si consideramos que los precios de alimentos han acumulado importantes alzas en el último año, es normal que las colaciones escolares representen un desafío en materia económica para las madres, padres y apoderados. De hecho, si pensamos en un costo de alrededor de sólo mil pesos por día para estas meriendas, ya estamos hablando de un gasto mensual sobre los $20 mil pesos por cada hijo”, puntualiza López.