El cuidado bucal infantil comienza desde el primer diente, y es fundamental que padres y madres transformen el cepillado en un hábito divertido y constante para proteger la sonrisa de sus hijos desde pequeños.

Hay un aspecto fundamental que muchas veces queda en segundo plano cuando vivimos en una sociedad acelerada: la salud bucal de los más pequeños. Y no es un tema menor. Según los últimos estudios disponibles del Minsal, un 70% de los niños menores de seis años en Chile presenta caries. A los dos años, la prevalencia ya es de un 17,5% y a los cuatro años supera el 50%.

Estas cifras inquietan a especialistas en salud pública por lo que surge la importancia de instalar buenos hábitos desde los primeros años de vida. El cepillado con pasta con flúor debe comenzar con la aparición del primer diente, y convertirse en una rutina supervisada y constante. “El rol de los padres y madres es fundamental, no solo como guías, sino también como modelos”, explica Dra Javiera Martino, Cirujano Dentista especialista en Rehabilitación Oral  y parte de la familia Pepsodent. Y agrega: “Cuando el cepillado se transforma en un momento compartido, cercano y positivo, es más fácil que los niños lo integren como parte de su día”.

La elección del producto también puede marcar la diferencia. Pastas dentales especialmente diseñadas para niños pequeños, como la nueva Pepsodent Kids, están pensadas para acompañar este proceso. Su fórmula es sin colorantes y tiene 1000ppm de flúor, lo que la hace apta para niños y niñas de 0 a 6 años; además cuenta también con un diseño lúdico, que incluye al Ratón Minipep. Todos estos elementos buscan facilitar la incorporación del hábito y fomentar la autonomía, sin dejar de lado la protección que los niños necesitan.

Más allá de los juguetes, las tareas o las clases de deporte, construir una rutina de cuidado bucal puede ser uno de los regalos más duraderos que madres y padres pueden entregar.