Desde Grasse, la perfumista chilena fundadora de GioLor Perfumes teje con flores, memoria y pasión un puente sensorial entre Francia y América Latina. En esta conversación íntima, revela cómo el amor, la intuición y el compromiso con la tierra dieron vida a un emprendimiento que desafía la lógica del mercado para apostar por lo esencial: el alma.

En una colina donde el aire lleva consigo notas de lavanda y tomillo, una mujer chilena transforma su historia en fragancia. A los 45 años, Giovanna Donoso Gutiérrez no solo es perfumista y fundadora de GioLor Perfumes: es también puente cultural, alquimista emocional y visionaria.

Su viaje comenzó lejos del perfume. Giovanna fue parte del mundo financiero, un universo donde la lógica y la estrategia imperan. “Desarrollé una sensibilidad profunda por los detalles”, cuenta. Y es precisamente ese enfoque minucioso el que hoy aplica a cada fórmula, a cada nota aromática que compone con devoción desde su casa en Grasse, la cuna de la perfumería mundial.

Un cambio de aire (y de vida)

Fue el amor el que la llevó a Francia. “Hace siete años dejé Chile por amor”, recuerda. Tras casarse con Pascal, doctor en entomología y defensor de la agricultura sin pesticidas, Giovanna se instaló en un pequeño pueblo de la región de Provenza. “Ese entorno me conecta con la Pachamama y con mi raíz latinoamericana”, dice. Desde allí, rodeada de montañas y flores silvestres, encontró el equilibrio entre creación artística y respeto por la naturaleza.

En ese rincón perfumado nació GioLor, en 2021, junto a su amiga chilena Lorena Fuentes. “Lorena vino a visitarme, y quedó hechizada con el aroma de estas tierras. Decidimos llevar esa magia a Chile”, recuerda Giovanna. Así, GioLor surgió como fusión de nombres y pasiones.

Hoy, GioLor es un proyecto familiar y ético, donde también participa Pascal. Su visión científica y ecológica es fundamental en la selección de materias primas nobles. “Trabajamos con lo que la tierra da, respetando sus ritmos”, dice Giovanna, quien apuesta por lo artesanal, lo lento, lo auténtico.

Ser mujer y perfumista: un acto de resistencia

“Lo más difícil ha sido hacer entender nuestra propuesta”, confiesa. Ser mujer, chilena y perfumista en Grasse ya es excepcional; crear perfumes éticos y emocionales para el público chileno es, para muchos, una paradoja. “En Chile, la perfumería está dominada por una visión masculina y comercial. A veces, ser perfumista y mujer parece inconcebible.”

Pero no ha estado sola. “Encontré aliadas: mujeres sensibles a la tierra, a la extracción respetuosa, al poder de las plantas.” Con ellas, y con una poderosa intuición como brújula, Giovanna ha seguido adelante.

Perfumes con alma

GioLor no es solo una marca. Es una declaración de principios. Cada fragancia es seleccionada con rigurosidad: “Buscamos creadores auténticos, muchos herederos de talleres familiares en Grasse. Lo importante es que sus perfumes tengan alma”, enfatiza.

La sostenibilidad está en el centro. Donan el 1 % de las ventas a una fundación chilena que protege abejas nativas. “Sin abejas no hay flores, y sin flores no hay perfume. Es simple”, dice Giovanna con una sonrisa.

Tienda con corazón, taller con historia

En Santiago, GioLor tiene una tienda física gracias a Lorena Fuentes, su socia y gran pilar del proyecto. “Queríamos un lugar donde la experiencia fuera sensorial, íntima. Un perfume no se elige con la mente, se elige con el corazón.”

Pero la joya de la corona es el taller “Crea tu perfume”, una experiencia que transforma a quien la vive. Inspirada en un taller en la Maison Galimard, donde Giovanna descubrió su verdadera vocación, esta actividad permite a cada participante diseñar su propio perfume, desde cero, utilizando 80 acordes traídos directamente desde Grasse.

“Queríamos que los chilenos vivieran esa magia sin tener que viajar a Europa”, explica. Y lo lograron: lograron traer hasta Chile la esencia —literal— de la perfumería artesanal francesa.

Hoy, el taller es un fenómeno. “Ver familias creando juntas, ver personas emocionarse al oler un recuerdo… eso no tiene precio”, dice emocionada. Son sus propios hijos —formados en Grasse— quienes imparten los talleres, junto a un equipo que comparte la misma filosofía: acompañar desde el respeto.

Una tienda con alma

Los comentarios no tardan en llegar. “Nos dicen que la tienda tiene alma. Que es un lugar distinto, que nunca habían vivido algo así en Chile”, cuenta Giovanna. Personas de todas las edades han encontrado en GioLor un espacio de expresión. “No necesitas saber de perfumería, solo querer expresarte”, dice.

El sueño continúa: Tierra de Perfume

GioLor no se detiene. Uno de sus proyectos más ambiciosos es la red Tierra de Perfume, una alianza internacional entre destiladores, perfumistas, agricultores y docentes. “Queremos promover una perfumería ética, generosa, conectada con la naturaleza”, explica Giovanna.

Esta red busca tender puentes entre América Latina y Francia, abrir caminos a nuevos creadores y compartir conocimiento. “Queremos que más personas puedan soñar con los sentidos despiertos”, resume.

La historia de Giovanna Donoso Gutiérrez es una historia de amor. Pero no solo de pareja, sino también de amor por la tierra, por las flores, por lo que somos cuando nos dejamos guiar por los sentidos. Su trabajo es delicado, pero poderoso. Como un perfume bien hecho, deja huella sin gritar.

GioLor es más que una marca. Es un manifiesto. Una apuesta por la belleza sincera, por la creación con sentido, por una perfumería que, en vez de enmascarar, revela.