Casarse en plantaciones de uvas se ha vuelto tendencia, combinando paisajes únicos, tradición y romanticismo en escenarios cargados de historia.

Chile no solo es conocido por la calidad de sus vinos, sino también por los paisajes que rodean sus viñedos: colinas onduladas, atardeceres dorados y una atmósfera cargada de historia y misticismo. En este escenario, cada vez más parejas, nacionales y extranjeras, eligen celebrar su matrimonio entre parras centenarias, bodegas patrimoniales y arquitectura rural de encanto único.

La transformación de los viñedos en locaciones para eventos sociales ha sido natural y explosiva. Estos espacios ofrecen no solo una experiencia gastronómica memorable, sino también un telón de fondo cinematográfico para una de las celebraciones más importantes en la vida de las personas. Desde el Valle de Casablanca hasta Colchagua y Maule, los viñedos han diversificado su oferta para incluir servicios integrales para bodas: ceremonias al aire libre, cenas bajo las estrellas, degustaciones personalizadas, y alojamiento boutique para los invitados.

Carla Valdebenito, fundadora de Rhonda Eventos y Valentina Vera, mente creativa detrás de Bodas de Destino, ambas organizadoras del Santiago Wedding Summit 2025, han sido testigos directas del auge de esta tendencia, quienes aseguran que el país tiene un potencial extraordinario en el segmento del wedding tourism gracias a su geografía diversa y su rica cultura enológica.

“Los viñedos de Chile ofrecen algo que ningún otro lugar puede igualar: una conexión profunda con la tierra, con la historia y con los sentidos. Cada matrimonio en un viñedo es una experiencia mágica, donde el amor se celebra entre aromas, sabores y paisajes inolvidables,” afirman las expertas.

En un contexto donde las parejas buscan experiencias auténticas y memorables, el país se consolida como un destino emergente de alto nivel para bodas con identidad y una fuerte conexión con la naturaleza.

“La fusión entre la cultura vitivinícola y la industria de eventos está dando paso a una nueva forma de celebrar el amor. Con campos de viñas que ofrecen más que paisajes, una vivencia completa, Chile reafirma su lugar como protagonista en el mapa del turismo de romance internacional. Viñas como Santa Rita, Viña Mar, Estancia El Cuadro, Viña Undurraga, Santa Berta, Hotel Viña La Playa, Santa Cruz, Haras de Pirque y Cousiño Macul ya son parte de esta tendencia que transforma los entornos enológicos en escenarios inolvidables para dar el sí, acepto”, concluyen Valdebenito y Vera.