Cada cinco minutos una persona es diagnosticada con esta patología en el mundo, de acuerdo a cifras de la Federación Internacional de la EM.
Actualmente la lucha de los pacientes y profesionales de la salud se centra en su diagnóstico temprano.
Cada 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, instancia para concientizar y compartir nueva información sobre este desorden neurológico crónico, que actualmente afecta a más de dos millones de personas en el mundo, principalmente a jóvenes adultos y mujeres.
Este número ha ido creciendo a través de los años, y de acuerdo a la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, cada cinco minutos una persona es diagnosticada en el mundo con esta patología de carácter autoinmune y degenerativo. Los síntomas de la esclerosis múltiple dependen de la persona, de la ubicación del daño en el sistema nervioso y de la gravedad del daño en las fibras nerviosas, los síntomas pueden ser: problemas de visión, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, entumecimiento o debilidad en brazos y piernas, depresión, fatiga, dificultad para pensar claramente, entre otros.
Aunque la Esclerosis Múltiple no tiene cura, no obstante, existen tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación de las crisis, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas. Un elemento clave y muchas veces invisibilizado en el éxito terapéutico es el acompañamiento profesional del personal de la salud, especialmente de las enfermeras, quienes pueden estar día a día realizando terapias complementarias a las personas.
No hay pruebas específicas para la esclerosis múltiple. El diagnóstico se basa en una combinación de los antecedentes médicos, el examen físico, las resonancias magnéticas y los resultados de la punción lumbar. El diagnóstico de esclerosis múltiple también implica descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares. Esto se conoce como diferenciación de diagnóstico.
«El tratamiento de la esclerosis múltiple no solo se trata de medicamentos, sino de acompañar al paciente en su día a día, resolver dudas, contener miedos y entregar herramientas prácticas para vivir con la enfermedad”, indica Constanza Mayanz, fonoaudióloga y parte del equipo integral de salud de Living Better. (https://livingbetter.cl/)
En esta línea, es que Mayanz enumera las diferentes formas en las que las enfermeras y enfermeros pueden apoyar a los pacientes que tienen Esclerosis Múltiple, desde su diagnóstico hasta el avance de la patología.
Educación y acompañamiento desde el diagnóstico:
Las enfermeras son muchas veces el primer contacto cercano que tiene el paciente tras recibir el diagnóstico. En este momento clave, su rol es explicar de forma clara y empática qué es la enfermedad, qué implican los tratamientos y cómo convivir con los síntomas.
Capacitación en el uso de medicamentos:
Muchos tratamientos modificadores de la EM se administran por vía oral, inyectable o intravenosa. Las enfermeras enseñan al paciente cómo aplicar las inyecciones, reconocer posibles efectos adversos y mantener una rutina de administración segura.
Seguimiento personalizado y continuo:
A lo largo del tratamiento, las enfermeras realizan monitoreo regular del estado general del paciente, detectan signos de recaída o efectos secundarios, y se aseguran de que el tratamiento se esté siguiendo correctamente. También el apoyo de kinesiólogos y terapeutas ocupacionales pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple, enseñando ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y el terapeuta también puede enseñar a utilizar dispositivos que faciliten las tareas cotidianas.
Apoyo emocional y psicosocial:
La EM puede tener un fuerte impacto emocional. Las enfermeras no solo atienden síntomas físicos, sino que también detectan señales de ansiedad, depresión o aislamiento social, derivando a apoyo psicológico si es necesario y generando espacios de contención.
Educación a la familia y entorno cercano:
Parte del trabajo de enfermería es también incluir a la familia en el proceso de cuidado, entregándoles herramientas para apoyar al paciente de forma efectiva y empática.
Al igual que otras patologías, la Esclerosis Múltiple requiere de un tratamiento integral, con la compañía constante de personal de la salud que pueda asistir a los pacientes en su hogar, especialmente cuando la enfermedad se encuentra en un estado más avanzado. “Su presencia cercana, especializada y empática no sólo mejora la adherencia terapéutica, sino que también impacta directamente en la calidad de vida de las personas”, culmina Constanza Mayanz, fonoaudióloga de Living Better, quienes cuentan con una serie de servicios médicos a domicilio.
Para más información puedes ingresar a https://livingbetter.cl/