El 12 de junio de 1985 murió Marcela Paz, la autora de “Papelucho”, el entrañable personaje de la literatura infantil chilena. Además de los trece libros de la saga, Marcela Paz escribió otros títulos famosos como “Perico Trepa por Chile” y “Los Pecosos”, y fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura de Chile el año 1982. Fue una mujer artista y pionera, y con un gran sentido social, que poco se conoce y cuyo legado persiste hasta el día de hoy.

Marcela Paz es conocida por su obra literaria, sin embargo, poco se sabe de su labor social. Cuando Esther Huneeus, su nombre verdadero, tenía 22 años tuvo un encuentro fortuito con una mendiga ciega de su misma edad en Plaza de Armas. El encuentro la removió tanto, que junto a sus amigas, hicieron una convocatoria para reunir a los ciegos y ciegas del centro de Santiago. Al llamado asistieron alrededor de 500 personas con discapacidad visual, superando con creces las expectativas de las organizadoras. El hijo de Esther, Francisco Claro Huneeus, expresó “mi madre fue especialmente sensible al sufrimiento ajeno, lo que la llevó a crear, todavía muy joven, el primer hogar de ciegos en el país y en la región. El lugar acogía a ciegos y personas de escasa visión, buscando su bienestar y mejor calidad de vida. Junto a colaboradoras, lideró la iniciativa con gran pasión por cerca de tres décadas, incluyendo la búsqueda de recursos para su financiamiento”. 

Dos décadas después, Ether y sus amigas sintieron la necesidad de educar a las personas con discapacidad visual, y el Hogar se transformó en el Colegio Santa Lucía, el primero para personas ciegas de Latinoamérica y luego en Fundación Luz, institución que hoy sigue trabajando por la discapacidad visual en Chile, tal como expresa su Directora Ejecutiva Sofía Villavicencio“Esther Huneeus fundó los pilares de Fundación Luz hace 100 años. Hoy somos la organización con más experiencia en personas ciegas o con baja visión en Chile y nuestro propósito es entregarles herramientas para que consigan su autonomía e inclusión, y que la discapacidad visual no sea un impedimento para conseguir sus sueños”, y agrega que “trabajamos con las personas y también con su entorno, con un rol activo en temas de inclusión en Chile e involucrándonos en mesas de diálogos y políticas públicas para construir un país más inclusivo”. 

Centro para Discapacidad Visual

El Centro para la Discapacidad Visual inaugurado el año 2024 cuando Fundación Luz cumplió 100 años, replica un modelo europeo, innovador e integral y ofrece atención gratuita en Santiago y a todo el país de manera remota, acompañando a las personas con discapacidad visual durante toda su vida. Antonia Echeverria, bisnieta de Esther Huneeus y miembro del Directorio de Fundación Luz declara “la Güeli creó la Fundación Luz a sus 22 años, la que sigue teniendo su espíritu, transformándose a las necesidades de los tiempos en estos 100 años de funcionamiento. El Centro para la Discapacidad Visual es algo novedoso y único, que beneficia a personas a lo largo de Chile mediante un acompañamiento personalizado. Sus innovadoras metodologías lo posicionan como un líder en la temática y un referente a nivel internacional”. 

Al Centro llegan bebés, a quienes se les acompaña en su desarrollo, estimulándolos tempranamente, y entregando apoyo terapéutico a sus progenitores. Luego, cuando son niños y adolescentes, se incluyen herramientas socializadoras, para que se integren en sus colegios; y lo mismo hacen cuando ingresan a la educación superior. En paralelo, se trabaja articuladamente capacitando a los equipos que recibirán a estas personas en las instituciones educativas, a través de asesorías y orientación. También atienden personas que, debido a una enfermedad han perdido la visión de adultos, a quienes se les enseña desde el uso del bastón hasta cómo hacerse una taza de té, ordenar su casa para moverse sin tropezar y encontrar sus cosas fácilmente o usar su celular, entre otras habilidades básicas. 

Por último, cabe señalar la inclusión laboral como una importante área de Fundación Luz, “nos interesa que nuestros usuarios se incluyan laboralmente, por eso entregamos servicios de intermediación laboral a las empresas. Diseñamos un plan personalizado, analizando el puesto de trabajo y evaluando las condiciones y exigencias; y posteriormente, entregamos informes con observaciones y recomendaciones”, explica Stefany Cepeda, Coordinadora del Programa de Inclusión Laboral de Fundación Luz, y agrega que “pre seleccionamos a usuarios de la Fundación que cumplan con el perfil que buscan las empresas. Cuando insertamos laboralmente a una persona, la monitoreamos y asesoramos constantemente. Hasta ahora hemos realizado 1500 colocaciones laborales en diversas compañías”.

Así como Esther Huneeus fue una avanzada a sus tiempos, su legado representado en el Centro para Discapacidad Visual también está a la vanguardia proponiendo un modelo integral donde las personas con discapacidad visual no son aisladas ni sobreprotegidas, sino que al contrario, se les empodera y entrega herramientas para ser autónomos y poder hacer de su vida lo que ellos deseen.